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ZAZ Airplane!

Jim Abrahams y los hermanos David y Jerry Zucker son tres amigos que crecieron juntos en Milwaukee, Wisconsin. Se conocían desde pequeños. Sus padres eran socios y siempre se llevaron muy bien. De vez en cuando la familia Abrahams iba a cenar a casa de los Zucker. Jim, David y Jerry siempre acababan en la sala de juegos del sótano, jugando a ping pong y haciendo broma.

Jim es tres años mayor que David, que a su vez es tres años mayor que Jerry. Los tres fueron a la Universidad de Wisconsin. En 1971 montaron un grupo de teatro llamado The Kentucky Fried Theater.

 

Grabar paridas en vídeo y cobrar entrada
 

Su principal fuente de inspiración fue el espectáculo underground The Groove Tube, surgido a principios de los 70 en los circuitos marginales de Nueva York. Ken Shapiro, autor del invento, disponía de equipamiento para grabar y editar vídeo. Había realizado una serie de sketches cómicos en vídeo, principalmente parodias de anuncios y formatos televisivos, la mayoría de ellos escritos y protagonizados por él mismo. El tono de estas parodias era salvajemente descarnado y en ellas abundaba el humor escatológico para adultos.

Ken Shapiro alquilaba un teatro, donde colocaba uno —o varios— televisores frente a las butacas del público. Anunciaba el espectáculo y realizaba pases, que consistían en reproducir por pantalla sus sketches grabados en vídeo.

Hay que entender que por aquel entonces no existía la televisión por cable y todo lo que se emitía por la pequeña pantalla era muy formal y casto. El planteamiento de The Groove Tube tenía todo el sentido del mundo: acudir a un teatro a ver en una pantalla de televisión cosas que jamás podrías ver en la pantalla de tu casa. Para reforzar el concepto de parodia de la televisión doméstica, Ken Shapiro disponía en el escenario un par de neveras. El público podía levantarse de la butaca en cualquier momento y acercarse a las neveras a pillar algún refresco, como si estuviese en su casa.

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Ken Shapiro The Groove Tube
Ken Shapiro y su espectáculo The Groove Tube.
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The Groove Tube film
En 1974 se estrenó una versión en formato película.

David Zucker acudió a un pase de The Groove Tube en Chicago y aquello le voló la cabeza. Nunca había visto nada igual. Lloró de risa y tuvo una revelación: con sus amigos podían hacer algo parecido, lo veía factible, era enseñarle a la gente sketches burros grabados en vídeo.

 

Corto y cambio
 

Algo antes de que David descubriese The Groove Tube, los hermanos Zucker ya habían hecho sus pinitos grabando algún sketch. En su 3er año de universidad, David cursó la asignatura de Introducción a la Radio, Televisión y Películas. Como proyecto para dicha materia filmó un corto en 8mm con su hermano Jerry como actor protagonista. El corto se titulaba Las mejores cosas en la vida son gratis (The Best Things in Life Are Free) y trataba de un estudiante puestísimo de LSD que, de repente, siente la urgencia de mear pero no encuentra ningún lugar donde poder hacerlo. Corre por el campus con frenético desespero, hasta que alivia sus necesidades subido a una estatua de Lincoln allí presente, y el placer sensorial obtenido por la ansiada micción supera al placer obtenido por el LSD.

El corto hizo reír mucho a sus compañeros de clase y fue entonces cuando David Zucker tuvo clara su vocación: filmar cosas de risa. Sin embargo, acabada la universidad y de vuelta al hogar paterno, no veía claro cómo podía ganarse la vida grabando cosas de humor. No conocía a nadie que estuviese metido en la industria de la televisión ni del cine ni de la comedia en general. Mientras iba cavilando cómo hacerse un hueco en el mundo del humor profesional, David se puso a trabajar para su padre como tratante de materiales de construcción.

 

Medios disponibles
 

Un amigo de la familia Zucker tenía una empresa de ortopedia y material médico en Milwaukee. Disponía de un equipo de vídeo que empleaba muy de vez en cuando para grabar demostraciones prácticas de sus productos y mostrarlas a clientes. Era un Videocorder Sony de bobina abierta que grababa y reproducía en blanco y negro, un mamotreto enorme. El equipo no solo permitía grabar emisiones de televisión, también constaba de una cámara que grababa vídeo y audio.

El padre Zucker sabía que su hijo David quería dedicarse a filmar cosas, por lo que habló con su amigo —el de la ortopedia—, que no puso inconveniente en dejarle usar su equipo de vídeo. La idea del padre era que el muchacho probase fortuna realizando vídeos industriales para fábricas de la zona. No era lo que David tenía en mente. Además, consideraba que lo propio era grabar cortos en 8mm, no le veía demasiadas posibilidades al vídeo.

Hasta que por casualidad vio The Groove Tube en Chicago. De vuelta a Wisconsin en coche la misma noche, antes siquiera de pasar por su casa, condujo hasta el apartamento donde vivía su hermano Jerry, aporreó la puerta hasta que le dejó entrar y le hizo partícipe de su reciente epifanía: tenían que hacer algo similar a The Groove Tube, lo veía factible, tenían que ponerse a ello cuanto antes, tenían que tomar prestado el equipo de vídeo del amigo de sus padres y tenían que llamar a Jim Abrahams.

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Sony Videocorder ZAZ
El Videocorder Sony de bobina abierta.
 

Reunir a la banda

 

Por aquel entonces Jim trabajaba como investigador privado para un bufete de abogados. Pese a lo glamouroso que pueda sonar el término, básicamente le tocaba ganarse la vida recabando pruebas de defraudadores de seguros. Cuando David Zucker le propuso montar un grupo de teatro para grabar paridas en vídeo, enseguida se animó. David le preguntó también a Jim por su amigo Dick Chudnow, que tenía una legendaria fama de gracioso ya desde el instituto y que fue compañero de dormitorio de Jim en la universidad. Dick y Jim eran célebres en el campus por sus performances teatrales rayanas en la gamberrada de mal gusto. Además, durante su época universitaria Dick Chudnow estuvo en un grupo de impro y tenía muchas tablas en el escenario. En cuanto Jim se lo propuso, Dick también se apuntó enseguida.

Durante las vacaciones de Pascua de 1971, David y Jerry Zucker, Jim Abrahams y Dick Chudnow se juntaron por primera vez con el decidido objetivo de grabar chorradas en vídeo. En casa de los Zucker disponían del equipo de vídeo prestado, por lo que empezaron a experimentar con las posibilidades. En seguida les maravilló el hecho de que, a diferencia de las grabaciones en película de 8mm, no hacía falta revelar. Grababan con la cámara y de inmediato podían reproducir y ver lo que acababan de grabar. La inmediatez del formato vídeo facilitaba el aprendizaje a base de prueba y error. Sin costes. A lo sumo comprar una nueva bobina de cinta, que tampoco suponía un gasto excesivo para el uso exhaustivo que le daban.

Los cuatro compartían un sentido del humor muy similar. Mucha irreverencia hacia las fórmulas tradicionales de la cultura pop de los 50 y principios de los 60. Siempre citan a la revista MAD como referente. Parodias muy estúpidas y sin embargo muy meticulosas. Se lo pasaban bomba haciéndose reír entre ellos. Ese espíritu de disfrute colectivo les empujaba a poner cada vez más dedicación en sus vídeos. Todo el esfuerzo resultaba espontáneo y gratificante.

Empezaron grabando parodias de anuncios televisivos donde ellos hacían de intérpretes, pero experimentaban también grabando fragmentos de emisiones de televisión y poniendo su propio sonido encima. A medida que grababan paridas las iban recopilando una detrás de otra en la misma bobina de cinta y en cuanto se presentaba la oportunidad mostraban el conjunto de sketches a amigos y conocidos. En seguida comprobaron que su material hacía reír a la gente. Su objetivo era disponer de suficiente metraje presentable para hacer pases en un teatro, estilo The Groove Tube.

Dick Chudnow, que mantenía la vinculación con su grupo de impro de la universidad, propuso que el espectáculo, en vez de consistir exclusivamente en pases de grabaciones en vídeo, podría ser un espectáculo en vivo, con trozos actuados en directo, otros trozos grabados en vídeo y trozos de impro. Sus compañeros del grupo de impro estarían encantados de participar. Los cuatro estuvieron de acuerdo.

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Kentucky Fried Theater momento fundacional
Jim Abrahams, Jerry Zucker, Dick Chudnow y David Zucker en el momento en que fundaron su grupo de teatro —todavía sin nombre—.
 

Teatro en Milwaukee
 

Les llevó algunos meses recopilar material suficiente como para tener hora y media de espectáculo. Tras algunas dificultades a la hora de encontrar un teatro donde poder estrenar, finalmente lo hicieron en las inmediaciones del campus de la Universidad de Wisconsin. Programaron el espectáculo para cuatro fines de semana seguidos en mayo de 1971.

Dos semanas antes del estreno se dieron cuenta de que todavía no tenían nombre como grupo de teatro. Se acercaba la fecha límite para anunciar el espectáculo en el periódico local y necesitaban figurar allí con un nombre llamativo. Los cuatro miembros empezaron a barajar docenas de opciones, todas ellas acabadas en «theater». En plena lluvia de ideas, un cartel de la famosa franquicia de pollo frito estilo sureño se cruzó en la vista de Dick Chudnow y propuso el nombre: «The Kentucky Fried Theater». Al resto del cuarteto de muchachos de Wisconsin les pareció divertidísimo y así quedaron bautizados.

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entrada Kentucky Fried Theater
Anuncio del estreno teatral.

El estreno fue muy accidentado, el equipo de vídeo se estropeó a los 20 minutos de empezar y tuvieron que tirar de impro para salvar la papeleta. Aquello les resultó muy frustrante, pero no se rindieron. Los Kentucky Fried Theater volvieron a estrenar su espectáculo a finales de julio del mismo año en otro local de Milwaukee. Reescribieron el texto, incorporaron a algunas personas más al elenco de actores y lo ensayaron todo mejor. Fue un éxito. A escala modesta puede decirse que triunfaron.

Los Kentucky Fried Theater siguieron representando su espectáculo en Milwaukee de forma ininterrumpida durante casi un año. No ganaban suficiente dinero como para vivir de ello, David y Jim conservaban sus empleos y Jerry estudiaba su último año de universidad, pero pudieron reinvertir los beneficios en comprar más y mejor equipamiento para sus grabaciones.

Durante toda su andadura, los Kentucky Fried Theater tuvieron un único incidente legal con la compañía Kentucky Fried Chicken. En su primer año de representaciones en Milwaukee recibieron una notificación por carta de la compañía telefónica. Se les informaba de que la compañía Kentucky Fried Chicken había solicitado que diesen de baja la línea telefónica que tenían listada a nombre de The Kentucky Fried Theater por usar ilícitamente una marca registrada de su propiedad. La compañía telefónica ponía en conocimiento de ambas partes que, a falta de una resolución judicial firme que les obligase a lo contrario, ambas empresas Kentucky Fried seguirían figurando en su listín. Nunca más volvieron a tener noticia del imperio del Coronel Sanders.

El espectáculo les sirvió para perfeccionarse a base de prueba y error ante público exigente. Fue ahí donde empezaron a formular las reglas de comedia que darían forma a sus futuras películas. Aprendieron a usar lo que ellos llaman «el judo de la comedia»: el arte de usar las expectativas del público para hacerlas añicos —con jocoso resultado—. Además, en sus funciones teatrales establecieron una cadencia de tres chistes por minuto que se acabaría convirtiendo en otra de sus señas de identidad. Si comprobaban que un chiste o un diálogo no funcionaba o resultaba superfluo, lo quitaban. Todo tenía que ser un chiste o el planteamiento de un chiste. Buscaban la eficiencia cómica total.

Su humor no era político, venían de una década donde lo que imperaba en ambientes universitarios era el humor protesta, especialmente contra la guerra de Vietnam. Todos los rincones de la esfera pública estaban empapados de discurso político explícito. En 1973 los EE. UU. cesaron oficialmente las operaciones de combate en Vietnam. El clima de protesta fue cambiando. «Estaba permitido volver a reír» según los Kentucky Fried Theater, que siempre han sido muy poco pretenciosos y son los primeros en señalar que su humor es intrascendente y sin mensaje político.

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the kentucky fried theater 4
The Kentucky Fried Theater en Milwaukee: Jerry Zucker, Jim Abrahams, Dick Chudnow y David Zucker.

 


Teatro en Los Ángeles
 

Después de triunfar en su Milwaukee natal se plantearon ir a más. Querían dedicarse a la comedia a tiempo completo y vivir de ello. Así que en junio de 1972 cargaron todos los bártulos de la obra de teatro en una furgoneta y trasladaron el espectáculo a Los Ángeles, el epicentro de la industria del entretenimiento en EE. UU.

Estuvieron representando The Kentucky Fried Theater durante cinco años ininterrumpidos en un local del Pico Boulevard, muy cerca de donde están los estudios de la 20th Century Fox. Durante esos cinco años nadie de la Fox se molestó en ir a ver su espectáculo.

Jim Abrahams y los hermanos David y Jerry Zucker confiesan que cuando empezaron en Los Ángeles no tenían del todo claro qué querían ser. ¿Un grupo de actores? ¿Guionistas de televisión? ¿Algo relacionado con los largometrajes?

Nunca tuvieron la vocación de ser directores de cine, si finalmente acabaron dirigiendo películas —escritas por ellos— fue porque querían tener control sobre su propio material. Habían perfeccionado un criterio cómico propio muy riguroso y no se fiaban de que otras personas fuesen a hacerlo bien.

Hicieron algunas apariciones televisivas en el Tonight Show de Johnny Carson, siempre atento a talentos emergentes. Su participación consistió en unos cuantos números de pantomima en directo. La experiencia les resultó poco satisfactoria. Pasaron sin pena ni gloria. Lo que funcionaba bien en teatro no acababa de funcionar emitido por televisión. Aquello no era lo suyo.

Empezaron a sospechar que las películas de cine eran su medio ideal. Les parecía que en la industria del cine los creativos se podían tomar su tiempo para elaborar bien las cosas y eso es algo que iba con ellos. Las películas siempre han sido más perdurables que los programas de televisión, en la industria del cine importa más la calidad que la cantidad —en principio—, o al menos no hace falta ser tan prolífico como en otros medios más extenuantes a nivel creativo.

Una vez consolidado The Kentucky Fried Theater en Los Ángeles, empezaron a surgir desavenencias entre Dick Chudnow y el trío ZAZ (Zucker, Abrahams y Zucker). La cosa se saldó con la salida voluntaria de Dick. Años después, él mismo reconoció que fue lo mejor para todos. Dick Chudnow afirma que él cree firmemente en la Regla de Tres y en los Kentucky Fried Theater siempre fue el n.º 4. Tiempo después de la ruptura, Dick Chudnow regresó a Milwaukee, donde ha desarrollado una prolífica carrera como cómico de impro y stand up.

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The Kentucky Fried Theater in Los Angeles
El elenco de The Kentucky Fried Theater en su etapa en Los Ángeles. El 4º por la izquierda es Stephen Stucker, quien interpretaría a Johnny en Aterriza como puedas.
 

Hallazgo de madrugada
 

Las parodias de anuncios televisivos eran uno de los platos fuertes de The Kentucky Fried Theater. Para documentarse sobre anuncios reales los ZAZ acostumbraban a dejar su equipo de vídeo grabando toda la noche algún canal de tele. Los anuncios más sensibleros y que mejor se prestaban a la parodia eran los que se emitían durante la franja de madrugada. A la mañana siguiente repasaban lo que habían grabado. Prestaban poca atención a la programación nocturna en sí, lo que les interesaba eran los anuncios de las pausas publicitarias.

Sin embargo, una noche grabaron por casualidad la emisión de una película en blanco y negro titulada Zero Hour! (1956). Empezaron buscando las pausas publicitarias pero no tardaron en quedar fascinados por la película en sí.

Zero Hour! trata sobre un avión comercial cuya tripulación y pasajeros son víctimas de una intoxicación alimentaria en pleno vuelo; el único pasajero capaz de aterrizar el aparato es un expiloto militar con trastorno de estrés postraumático que se halla a bordo porque quiere recuperar a su mujer.

Los protagonistas de Zero Hour! son galanes de una sola pieza, la interpretación es exageradamente solemne, con abundancia de frases lapidarias soltadas sin pestañear. Una actuación muy hija de su tiempo, de la escuela Charlton Heston. Los ZAZ habían crecido viendo dramones de catástrofes en el cine y la televisión, sentían verdadero cariño por este género, pero al mismo tiempo les resultaba tremendamente risible.

En seguida se dieron cuenta de que Zero Hour! se prestaba a ser parodiada de cabo a rabo. Es más, estaban convencidos de que la parodia podía dar para un largometraje entero.

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Zero Hour! 01
Un fotograma de Zero Hour!
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Zero Hour! 02
Otro fotograma.

Un jovencísimo director de cine
 

El problema que tenían estos muchachos de Wisconsin es que vivían en Los Ángeles pero no conocían a nadie que estuviese metido en el negocio del cine. Una noche de 1973 David Zucker vio que en el Tonight Show Johnny Carson entrevistaba a un chaval de 21 años que acababa de dirigir su primera película, estrenada aquel mismo año. El largometraje llevaba por nombre El monstruo de las bananas (Schlock) y era una sátira protagonizada por un primate prehistórico que siembra el caos en un pueblecito californiano del presente. El propio director interpretaba al atolondrado homínido. En el Tonight Show presentaron algunos fragmentos de la película, con cómico resultado. Por aquel entonces el director era un perfecto desconocido, pero a Johnny Carson le hacía gracia que fuese tan joven. Su nombre: John Landis.

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Cartela promocional de «Schlock»
Cartel promocional de Schlock: «Debido a la horripilante naturaleza de esta película, no se permite el acceso de nadie a la sala».

David Zucker consideró que podían contactar con el tal John Landis. Les pareció que accedería a hablar con ellos porque el tipo solo tenía 21 años. ¿Qué ínfulas podía tener alguien tan joven? David consiguió el teléfono de John Landis, charló con él y le invitó al teatro a ver su espectáculo. El estilo de humor de El monstruo de las bananas (Schlock) y The Kentucky Fried Theater presentaba muchos puntos en común, era de esperar que John Landis y los ZAZ hicieran migas enseguida. Así fue. Al día siguiente quedaron para comer y fue entonces cuando los ZAZ le formularon a John Landis una pregunta crucial: cómo se escribe el guion de una película. Los ZAZ no tenían ni la más remota idea al respecto. John se acercó hasta su coche y volvió con una copia de un guion inédito que guardaba en el maletero. Llevaba por título Un hombre lobo americano en Londres (el guion, no el maletero).

Los ZAZ usaron el guion cinematográfico que les proporcionó John Landis como plantilla para escribir el primer borrador de Aterriza como puedas (Airplane!). Tardaron cerca de un año en tener lista una versión satisfactoria y presentable del guion completo.

Los estudios de cine no les hacían ni caso, los ZAZ no veían la manera de sacar adelante una primera película como Aterriza como puedas, así que conversando con John Landis llegaron a la conclusión de que en su situación quizá lo más factible sería hacer una primera película de muy bajo presupuesto juntando diferentes sketches cómicos como los que habían ido perfeccionando en The Kentucky Fried Theater. Era algo que The Groove Tube había llevado a cabo recientemente y con cierto éxito. El propio John Landis estaba dispuesto a dirigir la película.

 

The Kentucky Fried Movie
 

El plan de los ZAZ era que esa primera película de sketches les permitiese meter un pie en la industria del cine. Suponían que una vez dentro les sería más sencillo mover un proyecto como Aterriza como puedas.

El presupuesto necesario para rodar una película de muy bajo presupuesto seguía siendo muchísimo dinero. Estamos hablando de, como poco, medio millón de dólares de mediados de los años 70. Buscando financiación para su película de sketches, los ZAZ contactaron con un tipo que había hecho fortuna con negocios inmobiliarios y que mostraba interés en el proyecto. Este tipo les propuso lo siguiente: él ponía 25.000 $ y ellos rodaban 10 minutos de sketches; a continuación él le enseñaría esa muestra a sus vecinos, que también eran gente de pasta, y entre él y sus vecinos pondrían el resto del dinero necesario para hacer la peli.

Los ZAZ escribieron 10 minutos de guion y se lo entregaron al tipo. Cuando lo leyó le asaltaron todas las dudas. Antes de aflojar los 25.000 $ prefirió enseñarle el guion a sus vecinos. Lo siguiente que les dijo a los ZAZ es que tanto él como sus vecinos se echaban atrás y sanseacabó.

De vuelta a casa en coche, los ZAZ estaban muy desanimados. Se habían hecho ilusiones. Tenían la mente puesta en rodar esos 10 minutos de película, donde podrían demostrar de qué eran capaces. Se dieron cuenta de que desde el primer momento no había sido realista esperar que un perfecto desconocido salido de la nada les pusiese el dinero que necesitaban. Nadie creía tanto en su talento como ellos mismos, así que llegados a ese punto optaron por la única alternativa que les quedaba: autofinanciarse. Los tres juntaron todos sus ahorros y con ayuda de algunos familiares lograron reunir entre todos 25.000 $. Como otras veces, creyeron que podían hacerlo y se lanzaron a hacerlo.

Rodaron cuatro sketches en película de 35mm bajo la dirección de John Landis. El tipo que se había ofrecido a financiarles el experimento —y se echó atrás— accedió a que rodasen algunas secuencias en su casa. Terminado el rodaje y montado el material, los ZAZ llevaron sus 10 minutos de sketches a todos los estudios y todos rechazaron el proyecto.

Se habían gastado todo su dinero en aquello. La película no iba a convertirse en una realidad, pero decidieron que al menos querían comprobar cómo funcionaban esos 10 minutos proyectados ante público real. Con la bobina bajo el brazo se acercaron al Nuart Theatre, sala de cine situada en el Santa Monica Boulevard, y hablaron con el dueño, Kim Jorgensen, que resultó que había vivido muchos años en Milwaukee. Fueron muy sinceros con él: querían proyectar esos 10 minutos un sábado por la noche con la sala llena y ver si la gente se reía. Kim Jorgensen no puso inconveniente, pero antes quería ver el material. Le pusieron los 10 minutos de sketches. Kim se partió tanto que se cayó de la silla.

Kim Jorgensen les preguntó si habían mostrado aquello a algún estudio de cine. Los ZAZ reconocieron que sí y que todos habían rechazado el proyecto. Kim les aseguró que en dos semanas podía conseguirles la financiación necesaria para rodar la película entera. La financiación no vendría de ningún estudio, sino de sus colegas del gremio de exhibidores de cine. Los ZAZ confiesan que en aquel momento, lejos de ilusionarse, pensaron: «sí, claro, esto ya lo hemos oído antes».

Kim Jorgensen enseñó esos 10 minutos de sketches a unos colegas de San Francisco que eran los propietarios del circuito de salas de cine United Artists. No tenían muy claro qué hacer con aquello, pero se atrevieron a proyectarlo en una sala llena y comprobaron cómo el público se partía de la risa. Dos semanas después de su primer encuentro, Kim Jorgensen llamó a los ZAZ para comunicarles que había conseguido 675.000 $ de presupuesto para su película. Así fue posible Made in USA (The Kentucky Fried Movie, 1977).

Los ZAZ estuvieron presentes en todas las fases del rodaje y postproducción de The Kentucky Fried Movie. Prestaban mucha atención a todo lo que hacía John Landis, aquello les sirvió de curso intensivo y acelerado para aprender cómo se hace una película.

La película recaudó cerca de 7.000.000 $ en taquilla, un éxito notable para una producción de bajo presupuesto. Los ZAZ pudieron ingresar un cheque considerable en sus cuentas, si bien los beneficios obtenidos fueron a parar fundamentalmente a quienes financiaron la película. Kim Jorgensen se hizo rico, con el dinero que ganó produjo años después otra película, Memorias de África (Out of Africa, 1985). A los ZAZ disponer de un pequeño colchón en el banco les permitió aparcar las funciones teatrales de The Kentucky Fried Theater durante una temporada para centrarse en pulir y mover el guion de Aterriza como puedas (Airplane!).

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Kentucky Fried Movie poster
Póster de la versión original.

 

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Made in USA
Póster de la versión española.

 


Todo está escrito
 

La primera versión del guion de Aterriza como puedas (Airplane!) llevaba por título La peli de madrugada (The Late Show) [N. del A. La traducción de este título provisional es mía] y la intención de los ZAZ era que fuese una película en blanco y negro ambientada en los años 50, en un avión con hélices. Existía un precedente reciente, hacía poco que Mel Brooks había estrenado en blanco y negro El Jovencito Frankenstein (Young Frankenstein, 1974). Los ZAZ estaban decididos a hacer una parodia lo más cercana posible a su principal referente, Zero Hour!

Los propios ZAZ reconocen que no tenían ni idea de cómo estructurar el guion de un largometraje, por lo que se limitaron a calcar el argumento de Zero Hour! y añadirle chistes paródicos.

Los principales personajes presentes en Aterriza como puedas (Airplane!) ya aparecen en Zero Hour! Es más, la idea de que un deportista famoso haga un cameo interpretando a un miembro de la tripulación ya figuraba en la película original. En Zero Hour! el capitán que pilota el avión es interpretado por el jugador de fútbol americano Elroy «Crazylegs» Hirsch.

Frases como: «Elegí mal día para dejar de fumar» («Looks like I picked the wrong week to quit smoking») están extraídas de Zero Hour! palabra por palabra. Tomando como punto de partida la frase original, los ZAZ se encargaron de añadir repeticiones cada vez más hiperbólicas: dejar de beber, dejar los tranquilizantes, dejar de oler pegamento.

Sin embargo, hay una línea de diálogo presente en Zero Hour! que a los ZAZ les pareció tan cómica que la dejaron tal cual en su guion, sin tono paródico ni repetición hiperbólica ni remate adicional. Es la que le dice el doctor a una de las azafatas después de que el piloto se haya desmayado: «Nuestra supervivencia depende de una cosa: encontrar a alguien que no solo sea capaz de pilotar este avión, sino que no haya cenado pescado.» («Our survival hinges on one thing — finding someone who not only can fly this plane, but didn't have fish for dinner.»)

 

Luz verde
 

Con un precedente de éxito como The Kentucky Fried Movie —éxito modesto pero éxito al fin y al cabo—, los ZAZ presentaron el guion de Aterriza como puedas (Airplane!) a todos los estudios de cine de Los Ángeles. Todos lo rechazaron, salvo Paramount, que en última instancia se interesó por el proyecto.

Por aquel entonces el presidente de Paramount era Michael Eisner, que hoy es principalmente recordado por ser el máximo responsable de la revitalización de Disney en los años 90. Michael Eisner se interesó por la idea de una comedia que sucediese en un avión (y que fuese de presupuesto más bien bajo, afirman los ZAZ). Así que iniciaron conversaciones para llevar a buen puerto la película.

Paramount les comunicó que les gustaba el guion y enseguida les propuso una serie de directores consolidados para dirigir la película. Con el debido respeto, los ZAZ insistieron en que era necesario que ellos tres fueran los directores de la película. No porque creyesen que estaban destinados a ser grandes directores, sino porque tenían más claro que nadie cómo había que hacer esta película. Había una insólita densidad de chistes y era necesario que todos funcionasen con precisión. Los ZAZ eran expertos en esa tarea, los mejores en lo suyo. Seguramente ninguno de ellos tres por separado hubiese tenido la confianza individual suficiente para exigir la dirección de la película, pero sí tenían la confianza suficiente en grupo. El presidente de Paramount finalmente accedió.

Los ZAZ querían que la película fuese en blanco y negro y que tuviese lugar en un avión de hélices propio de los años 50. El presidente de Paramount fue comprensivo y les dijo: «Podéis hacer la película en blanco y negro y con un avión de hélices… pero no en este estudio». Los ZAZ reconocen que descartar el blanco y negro y la ambientación cincuentera fue un acierto. Sin embargo, colaron un detalle en el montaje final. El avión que aparece en Aterriza como puedas (Airplane!) es de propulsión a reacción, pero el sonido que se oye es de hélices.

 

Comedia sin cómicos
 

Un factor clave que los ZAZ tenían muy claro desde el principio y que defendieron a capa y espada es que el reparto tenía que estar formado por actores serios. Es decir, que el público no les conociese ninguna faceta cómica. De entrada Paramount quería llenar la película de cameos de estrellas cómicas del momento de su división televisiva: Robin Williams, Penny Marshall y demás. Los ZAZ habían perfeccionado durante años sus fórmulas de comedia y tenían comprobado que para que sus gags funcionasen, los intérpretes tenían que actuar como si no supiesen que estaban en una comedia. Para tal fin, nada mejor que un reparto de actores serios: Peter Graves, Robert Stack, Lloyd Bridges, Leslie Nielsen… Conviene recordar que hasta entonces Leslie Nielsen solo había interpretado papeles dramáticos y el mundo entero desconocía su faceta cómica.

Por su experiencia, los ZAZ sabían que cuando los actores tienen en mente que están en una comedia tienen tendencia a interpretar con gracia. Aunque los directores les pidan que actúen en un registro neutro, los actores sienten la obligación de resultar graciosos con su interpretación, de aportar comedia. Esto es algo que los ZAZ querían tener controlado desde el primer momento. Es por esto que insistieron mucho a los actores que debían interpretar sus papeles como si no supiesen que estaban en una comedia.

Los ZAZ alardean de que Aterriza como puedas (Airplane!) es la primera comedia sin cómicos en toda la historia del cine.

Existe un precedente cercano en el tiempo y que los ZAZ han citado alguna vez como ejemplo de lo que no querían hacer en Aterriza como puedas (Airplane!). Es la primera parodia de películas de desastres, también de Paramount, titulada El autobús atómico (The Big Bus, 1976). El reparto está lleno de actores de comedia que interpretan sus papeles en tono jocoso, cada uno a su manera, pero el resultado no es muy gracioso. La jocosidad en la actuación juega en contra de la efectividad de muchos chistes. La jocosidad constante resulta monótona, no permite ningún quiebro de tono. Mucha payasada, poca carcajada. Resulta antiintuitivo para los legos en materia de comedia, pero los ZAZ lo tenían clarísimo.

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The Big Bus poster
Cartel de la versión original de El autobús atómico (The Big Bus, 1976).
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fotogtama Autobús Atómico
Fotograma de El autobús atómico en un cartel promocional.

El único actor de todo el elenco de Aterriza como puedas (Airplane!) que se saltó un poco la indicación de actuar como si no supiesen que estaban en una comedia fue Lloyd Bridges, que no pudo evitar payasear más de lo que los directores hubiesen querido. De todos modos, los ZAZ quedaron satisfechos con su interpretación.

Como contrapunto al tono solemne y afectado de los personajes estaba Johnny, controlador aéreo interpretado por Stephen Stucker, quien ya formaba parte del elenco de The Kentucky Fried Theater en Los Ángeles. Stephen Stucker ya había ido perfeccionando durante años su rutina de personaje con pluma siempre dichoso contra viento y marea. Las fabulosas réplicas de Johnny las escribió el propio Stephen Stucker. Los ZAZ le pasaban un planteamiento y él enseguida daba con un remate.

 

Más fichajes
 

En líneas generales, Paramount accedió a la mayoría de exigencias de los ZAZ. Todo puede resumirse en que Michael Eisner tenía fe en ellos. Sin embargo, les colocaron como productor a un veterano de Paramount, Howard W. Koch, que entonces tenía 63 años y a quien los ZAZ, que entonces rondaban la treintena, al principio veían como un señor mayor con quien no se iban a entender bien.

Si bien la cúpula de Paramount accedió a fichar a Peter Graves, Robert Stack, Lloyd Bridges y a Leslie Nielsen para la película, no dio su brazo a torcer en lo que respecta a contar con actores cómicos de otras producciones de la casa para cameos secundarios. Era algo que los ZAZ no querían, y el productor Howard W. Koch lo entendió enseguida y de inmediato se puso a remar a favor de los de Wisconsin. Los ZAZ le están eternamente agradecidos porque se dedicó a llamar uno por uno a los agentes de los cómicos estrella de Paramount para ofrecerles participar en la película, pero cuando les presentaba el proyecto les decía «mira, le ofrezco a tu cliente este guion, pero —entre tú yo— esta peli va a ser una birria». De ahí que todos declinasen participar. Problema resuelto para los ZAZ.

Para interpretar al copiloto buscaban a un deportista profesional famoso. Pensaron en Kareem Abdul-Jabbar, estrella de la NBA. Hablaron con su agente y le ofrecieron 25.000 $ por participar. El agente les respondió días después para informarles de que tendrían que ser 30.000 $. El motivo: Kareem tenía intención de comprar una alfombra oriental que había visto hacía poco y la alfombra costaba 30.000 $. Accedieron sin problema. Los ZAZ afirman que es la negociación más divertida y sincera que han tenido jamás con un representante de actores en todos sus años de carrera cinematográfica.

El proceso de selección para el papel de pasajeros afroamericanos con argot impenetrable fue muy breve. Los primeros en presentarse fueron Al White y Norman Alexander Gibbs. Improvisaron un diálogo completamente en jive talk —el argot de la cultura del jazz de Harlem—. Los ZAZ quedaron maravillados, era exactamente lo que buscaban. La inspiración para escribir esos personajes les vino a los ZAZ de haber ido a ver Shaft (1971). La película les gustó mucho pero se dieron cuenta de que no entendían el habla de Harlem. Los ZAZ, tres muchachitos judíos de un suburbio residencial de Milwaukee, habían escrito los diálogos en jive talk como buenamente pudieron. Cuando Al White y Norman Alexander Gibbs leyeron el guion para prepararse la audición enseguida pillaron el chiste y entendieron que los directores buscaban diálogos enteramente en jive talk, como si fuese una lengua. Al White y Norman Alexander Gibbs cuentan que el jive talk real consiste en expresiones y palabras puntuales, no es un lenguaje en sí. Así que pasaron del palabrerío que figuraba en el guion y se inventaron una lengua propia que daba el pego, basada en el léxico, la sonoridad y el ritmo del jive talk auténtico. Los ZAZ quedaron impresionados. Les dieron el papel inmediatamente. Los ZAZ también se disculparon por el intento de jive talk que habían escrito en el guion original.

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jive talk 1a versión
El jive talk que escribieron los ZAZ en la 1ª versión del guion.

Los abogados de Paramount no veían problemático calcar el argumento de Zero Hour! ni tampoco usar frases literales presentes en la película original, el derecho a parodia ampara tales usos. No obstante, para curarse en salud los ZAZ compraron los derechos del argumento de Zero Hour! por 2.500 $.

 

Rodar y rodar
 

El primer día de rodaje filmaron la escena en cabina donde Leslie Nielsen responde impertérrito: «I am serious. And don’t call me Shirley». Es el chiste más famoso de toda la película para el público anglosajón. Sin embargo, al tratarse de un juego de palabras fonético se perdió en la traducción española. Al día siguiente, después de la revisión diaria del metraje filmado, los directivos de Paramount llamaron por teléfono a los ZAZ y les confesaron que ahora entendían su fórmula y su humor. Reconocieron que hasta entonces no lo pillaban.

Los ZAZ son comprensivos al respecto y reconocen que es normal no entender su fórmula hasta que no ves el resultado final. Es un concepto difícil de entender sobre el papel. Ellos tenían larga experiencia grabando vídeos, actuando en directo y perfeccionando sus mecanismos humorísticos, pero alguien sin su bagaje difícilmente podía hacerse una idea previa.

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storyboard Airplane!
Plano dibujado en el storyboard.
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escena filmada Airplane!
Plano filmado.

En las sucesivas revisiones diarias de metraje filmado cada vez había más gente de distintos departamentos de Paramount con ganas de ver qué habían rodado el día anterior y cómo había quedado. Normalmente estas revisiones diarias son una tarea rutinaria más bien tediosa, de la que quien puede se escaquea. Los ZAZ habían logrado que hubiese bofetadas por conseguir una silla en la sala de revisiones.  

Cumplieron con los plazos de rodaje y se ajustaron al presupuesto, que era modesto para una producción de Paramount: 3 millones de dólares. Los ejecutivos les dejaron en paz durante todo el rodaje. En parte porque al mismo tiempo Paramount estaba inmersa en la primera película de Star Trek, que se estaba yendo mucho de presupuesto. Así que por suerte para los ZAZ los directivos de Paramount tenían otras cosas más prioritarias en las que estar encima y no les prestaron demasiada atención.

 

Pases de prueba
 

Una vez rodada y montada, llevaron a cabo el primer pase de prueba dentro de los propios estudios de Paramount. Es una práctica habitual, sobre todo en comedias. Se llena una sala de cine con gente que no sabe nada sobre la película que va a ver, y a lo largo de la proyección se va tomando nota de sus reacciones. De este modo los directores pueden prestar atención a las risas del público y comprobar qué funciona y qué no. A continuación se hacen los retoques de edición que se crean convenientes y se deja lista una segunda versión de la película.

Los asistentes al pase de prueba tienen que ser personas representativas del público al que va destinada la película en cuestión. Sin embargo, ¿a qué público va destinada una comedia protagonizada por actores seriotes que peinan canas como Peter Graves, Robert Stack y Lloyd Bridges? El seleccionador de público de Paramount no tenía ni idea. Así que reclutó a gente que hacía cola para acudir de público a la grabación de sitcoms de la casa como «Mork & Mindy» y «Happy Days».

El primer pase de prueba de Aterriza como puedas (Airplane!) fue un desastre. No se rió nadie… salvo un tipo al fondo de la sala, que se partía vivo. Editaron la película basándose en las reacciones de un solo tío. Los ZAZ no saben cómo se llama ni qué fue de él, pero le están eternamente agradecidos.

Después del pase, diversos directivos del estudio se dirigieron a los ZAZ para decirles que tenían mucho trabajo por delante para remediar aquello. Una forma educada y corporativa de llamarles fracasados a la cara.

Sin embargo, antes de aquel pase de prueba los ZAZ habían asistido a un primer pase interno en petit comité en casa del presidente de Paramount, Michael Eisner, al que también asistieron un par de ejecutivos del estudio, todos ellos gente que ya conocía el guion y había estado encima del proyecto. Se asomaron por allí los dos hijos de Michael Eisner, que entonces tendrían 10 y 12 años. Se quedaron en la cabina del proyector mientras los mayores veían la peli. Las carcajadas de los chavales se oyeron durante toda la proyección.

Michael Eisner en todo momento creyó en los ZAZ. Aplacó las reacciones negativas de otros directivos después de aquel primer pase de prueba fallido. A muchos de ellos en realidad nunca les gustó el guion y habían estado esperando un momento como aquel para dejar caer un «os lo dije» y reafirmar su estatus (de directivo gruñón).

Los ZAZ se pusieron las pilas, recortaron el metraje y perfeccionaron la edición —basándose en las risas de un solo espectador—. La primera versión duraba 110 minutos, la segunda ya estaba más próxima a los 97 minutos de película que todos conocemos. Para el segundo pase de prueba los ZAZ escogieron un lugar que les pareció más adecuado: un campus universitario.

La segunda versión del montaje se proyectó en el campus de Davis, perteneciente a la Universidad de California. Fue un éxito sin paliativos. La sala estalló en carcajadas desde el primer momento. Los siguientes pases de prueba fueron en otros campus universitarios y el resultado fue el mismo: triunfo total.

Antes del estreno definitivo recibieron una queja de la Liga Antidifamación invitándoles a quitar del montaje final uno de los chistes. Era un chiste de polacos —en EE. UU. los chistes de polacos vendrían a ser el equivalente a los chistes de Lepe en España—. La Liga Antidifamación les pedía entrar en razón y entender que los chistes de polacos perpetúan estereotipos injustos que afectan a la autoestima de los niños estadounidenses con raíces polacas.

Los ZAZ accedieron a quitar el chiste de polacos. En algunas entrevistas reconocen que eliminarlo del montaje final fue un acierto, ya nadie hace chistes de polacos. Sin embargo, tampoco tienen problema en describir en qué consistía el chiste en cuestión:

Por megafonía se pedía a Air Polonia despejar la pista. Mientras, se veía un avión con el nombre de la compañía en el fuselaje y a continuación se cambiaba a un plano del interior de la cabina. Los pilotos allí presentes eran José Feliciano, Stevie Wonder y Ray Charles.

 

Estreno y ovación
 

Aterriza como puedas (Airplane!) se convirtió en un taquillazo desde el momento de su estreno el 2 de julio de 1980. Una película pequeña que costó 3 millones de dólares acabó recaudando más de 83 millones de dólares en taquilla solo en EE. UU. y Canadá. A fecha de hoy se estima que, sumando todas las modalidades de explotación que han ido surgiendo —alquiler de vídeo, derechos de emisión por tv, copias en VHS, DVD y Blu-Ray, ponle también Laserdisc—, Aterriza como puedas (Airplane!) lleva recaudados más de 200 millones de dólares en todo el mundo.

Los ZAZ afirman que no les sorprendió que fuese un éxito, al fin y al cabo se habían pasado cinco años tratando de convencer a productores de que iba a ser un éxito. Lo que sí les sorprendió fue que la película se convirtiese en un clásico y que haya sido recuperada y reivindicada por las siguientes generaciones. Nunca hubiesen podido imaginar que Aterriza como puedas (Airplane!) fuese a tener una vida tan larga.

 

La historia de cómo se hizo realidad Aterriza como puedas (Airplane!) resulta tan fascinante porque es la historia de tres amigos que perfeccionaron sus bromas privadas hasta el punto de hacerlas universales —es más, incluso infalibles—.

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cameo Davis Jerry Zucker
Cameo de David y Jerry Zucker en Aterriza como puedas (Airplane!). 
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cameo Jim Abrahams
Cameo de Jim Abrahams, también.

Artículo escrito por: Guille Martínez-Vela, autor de la tira cómica Niña pija. Si te gusta el humor de los ZAZ, te gustará Niña pija. Aquí tienes 12 tiras de muestra para iniciarte.

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