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Berlanga en plan pijo

¿De dónde proviene el término «pijo» en el sentido en que se usa hoy en España? En el blog de la tira cómica Niña pija no podía faltar la respuesta a esta cuestión.

La mejor disertación al respecto la escribió un usuario de los foros de WordReference llamado Atilano en este post.

 

El término «pijo» de nuestros días sería fruto de la evolución a trompicones del término decimonónico «pollo»: 

pollo ➜ pollo pera ➜ niño pera ➜ niño pijo ➜ pijo

 

Cito a continuación las sabias elucubraciones de Atilano:

«La primicia de la palabra pollo con el significado de joven superficial se le atribuye al escritor y diplomático Plácido de Jove y Hevia, vizconde de Campo-Grande, en su poema satírico "La irrupción de los pollos” leído en 1848 en el Ateneo de Madrid.

»Antes se usaban las palabras polla y pollear referidas a las muchachas, sin matiz peyorativo (y que tampoco resultaban malsonantes, porque entonces no estaba extendido el uso de polla con el sentido genital que hoy tiene quizá por influencia extranjera, sino que se preferían otras más castizas como verga… o pijo, de la que diremos algo más).

»El apelativo pollo dirigido a un joven reprueba entre otras cosas su petulancia, de donde que el Diccionario requiera que sea “aludido o invocado por persona de mayor edad”.

»En seguida se usó como superlativo de pollo la aposición “pollo pera”, de origen culinario, pues se aplicaba a un pollo gordo por la forma que tiene en la fuente.

»Curiosamente, esta expresión que nace como una censura llega a ser una lisonja a principios del siglo XX, por la frivolidad imperante. El pollo pera es el joven que gusta a las “niñas bien”: guapo y sobre todo a la moda en su forma de vestir, hablar y divertirse.

»La vida de la voz pollo con este sentido declina a mediados del XX, cuando ya resulta anticuada, pero curiosamente le sobrevive pera, que fundiéndose con niño bien da lugar a “niño pera”. En el Madrid del Desarrollismo los niños pera dictan las modas desde la calle Serrano. El mote tiene intención ofensiva pero leve, como lo es llamar niño a un hombre.

»Yo intuyo que como una paráfrasis de niño pera nace la expresión “niño pijo”. La mención genital manifiesta su intención gravemente injuriosa. Después pijo, con este significado heredado de pollo, se emancipa del niño y hace carrera.

»Y pera hace también su vida, como un epíteto que se aplica a personas de cualquier edad y sexo, y a cosas, con un matiz casi ponderativo. Se dice de una persona, de su atuendo, y de toda clase de cosas, que son “muy peras”, significando que son de un gusto elegante y caro. Por lo menos en Madrid y en ciertos ambientes.»

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